Una alimentación saludable es fundamental para una vida saludable, nuestros hábitos alimenticios no solo van a determinar nuestro peso corporal, también son los que dictarán como se nutrirá nuestro cuerpo para enfrentar las actividades diarias: la energía, la concentración, la atención e incluso nuestro estado de ánimo se ve afectado directamente por lo que comemos y una buena digestión forma parte de este ciclo!
Si no tenemos una digestión sana, los nutrientes de los alimentos no son correctamente absorbidos por nuestro organismo sin nombrar las sensaciones desagradables que nos produce: flatulencias, acidez, pesadez estomacal, entre otros.
Entonces, más allá de la elección de los alimentos (cuestión clave para mejorar la digestión) queremos dejarles 4 HÁBITOS para ello:
1. Respeta las horas de comidas y ten el tiempo de ¡hacerlas bien!
Muchas veces la rutina agitada no nos permite tener comidas a las horas adecuadas, pero es fundamental que podamos cumplir y en un horario prácticamente fijo, el momento de comer.
No pases demasiadas horas sin comer, lo ideal es que entre las comidas fuertes (desayuno, almuerzo y cena) podamos hacer pequeñas meriendas, de modo que nuestro sistema digestivo tenga el tiempo suficiente de procesar lo que vayamos comiendo.
Dependiendo de nuestras propias necesidades y de las actividades que hagamos podemos establecer los horarios de las comidas y meriendas, pero aquí no es tan importante la cantidad sino el cumplimiento que le demos a este horario!
El secreto y que debemos hacerlo hábito, es tener una hora fija de comer y poder literalmente sentarnos a hacerlo, comiendo despacio y sin masticar apresuradamente, esto hace que de verdad trituremos los alimentos y hayamos cumplido el primer paso de la digestión.
2. Tomar más aguas y menos sodas
Para todo nuestro proceso digestivo es muy importante hidratarnos bien. Tomar suficiente cantidad de agua permite que nuestro organismo funcione saludablemente, incluso mejora el transito intestinal y reduce los problemas de estreñimiento. Entonces lo ideal es reducir el consumo de sodas u otro tipo de bebidas gaseosas al mismo tiempo que aumentamos el consumo de agua!
3. Hacer ejercicio
Aunque no lo creas la actividad física ayuda al trabajo intestinal, una caminata diaria incluso después de comer (sin necesidad de ser intensa) permite que nuestro metabolismo se active.
En general, el ejercicio estimula los músculos intestinales para así eliminar con más frecuencia. Por lo tanto es un buen hábito para evitar el estreñimiento. Ademas, cuando hacemos ejercicio libreamos estrés, componente emocional que afecta distintas distorsiones digestivas como el colon irritante.
4. Aumenta el consumo de fibra y reduce las frituras
Al principio comentamos lo importante de saber elegir qué alimentos consumir, por supuesto que esto es vital para mejorar nuestro trabajo digestivo y dentro de todos ellos resaltamos los que sean ricos en fibra.
La fibra también regula el transito intestinal, mejora la salud del colon pues ayuda a eliminar su desechos de mejor forma y beneficia el movimiento en los intestinos, controlando la inflamación e incluso mejorando el estreñimiento. Mientras que las frituras y las grasas saturadas alteran el metabolismo e interrumpe el trabajo intestinal
Puedes encontrar fibra en alimentos como: cereales integrales, vegetales y frutas crudas, legumbres, semillas o frutos secos, entre otros.
Son pequeñas acciones que podemos comenzar a hacer en general, para mejorar nuestra digestión y veremos resultados en poco tiempo! Pero si estás presentando algunos problemas digestivos no dudes en consultarnos y podemos crear un plan nutricional que se ajuste a tus necesidades y te ayude a superarlos!
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