La retención de líquido es un problema que puede presentarse en cualquier etapa de la vida, sobre todo si no tenemos buena nutrición y en algunas oportunidades es síntoma de ciertos problemas de salud.
Se produce principalmente por una alteración en el sistema de regulación hídrica que dispone el organismo y donde están implicados los riñones que controlan el volumen y las concentraciones de sodio y potasio. Por esto, la retención de líquido está estrechamente ligada a los malos hábitos nutricionales, al sedentarismo y al alto consumo de sodio que no puede ser metabolizado rápidamente y de forma regular.
Cuando esto ocurre, podemos sentir las piernas y/o manos hinchadas, debilidad, calambres, hinchazón y pesadez en general. Desde un punto de vista estético, puede provocar celulitis y un aumento de volumen considerable, lo que nos impedirá bajar de tallas y por el contrario, sentir sobre peso.
En muchas ocasiones, nos sometemos equivocadamente a dietas bajas en grasa y carbohidratos, pero ricas en sal. Tendemos a consumir vegetales y proteínas soborizados con condimentos y aderezos que tienen un alto contenido de sodio; o bien sustituimos las proteínas por embutidos, sin tomar en cuenta que estos ultimos, están compuestos en su mayoría por agua y sal.
Una alimentación equilibrada es clave para combatir este malestar, es importante cuidar la cantidad de sal y consumir alimentos ricos en calcio, potasio y vitamina B. Incluye en tus comidas diarias frutas como las naranjas, piñas, manzanas y peras; también vegetales como los espárragos y el ajoporro, y frutos secos como almendras y nueces.
Además, es muy importante hidratarse correctamente, consumir 2 litros de agua durante el día (aunque esto puede variar según las actividades físicas que tengamos normalmente). También, podemos frecuentar el té verde e incluso infusiones que tengan efecto diurético (sin exagerar en ellas) y por supuesto, evitar el consumo excesivo de café y bebidas gaseosas.
Otro punto vital para evitar la retención de líquidos, es caminar o trotar todos los días durante al menos 30 minutos o bien realizar algún ejercicio que active la circulación y sistema cardiovascular.
Ciertamente, confundimos el sobre peso con la retención de líquidos, pero si no existe un problema de salud que esté relacionado con ello, con un cambio en nuestra forma de alimentarnos, podremos ver resultados positivos y beneficiaremos el control de peso.
Recuerda que nuestros planes nutricionales se adaptan completamente a tus necesidades, podemos ayudarte a reencontrar el equilibrio y el bienestar.
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